Nuestra mente
es un tesoro que no hemos podido aprovechar al máximo porque aun no sabemos
cómo utilizarla a nuestro favor. Por lo general, le asignamos mas tareas de las
que le corresponde asumir y en ámbitos que ella no maneja.
Nuestra mente
hace grandes esfuerzos por tratar de encontrar respuestas a todos nuestros
requerimientos. Está todo el día trabajando para nosotros y muchas veces no
atendemos a sus reclamos de cansancio.
Nuestra mente
es un instrumento maravilloso que se embota con tantas ideas y órdenes
contradictorias que le damos permanentemente.
Tu mente es
como un programa, pero tú eres el programador. Si no le integras un buen
programa, todo lo que ella haga no podrá dar buenos resultados.
Observa qué
tipo de programas tiene tu mente. ¿Programas de soledad, conflictos en las
relaciones, estrechez económica, escasez?
Observa los
programas que dejaste entrar a tu mente y si no te gustan, realiza el cambio.
Tu mente se sentirá mucho más relajada funcionando con programas amorosos y
alineados al amor.
Si no te
gustan los resultados que estás obteniendo en tu vida, no estreses a tu mente
con problemas. Es mucho mejor que le digas que se tranquilice, que tú te harás
cargo de cambiar los programas que ella maneja, que se relaje, que todo estará
bien.
Nada sacas
con seguir presionando a tu mente cuando las cosas no van como quieres. Es
mejor sonreír y decirle que te harás cargo de todo. Tú eres el programador.
Patricia González