Puedes creer saber lo que quieres y
sin embargo puedes no estar consciente de lo que realmente quieres. Para
encontrar tu felicidad, tu paz y tu plenitud habrás de saber exactamente qué es
lo que necesitas. Una vez alineado con esa necesidad está la mitad del camino
andado, luego viene la otra mitad, aceptar recibir.
Es fácil confundir lo que realmente
necesitas, porque el medio que te rodea te presenta muchas alternativas y para
cada una de ellas existe una invitación a participar. Desde la infancia comienzas
a recibir ideas de lo que puedes hacer con tu vida. Tus padres, con muy buena
intención, te hacen recomendaciones o incluso te presionan para que te dirijas
por ciertas líneas que pueden ser más convenientes para ti. La escuela también
se encarga de guiarte y mostrarte lo que es mejor. Pocas veces se han respetado tus propias
inclinaciones personales y menos aun se te ha ayudado a potenciarlas.
Puedes advertir que no has escuchado
tus propios intereses cuando sientes que algo te falta, cuando sientes que tu
vida está vacía o cuando claramente te sientes extraviado. Seguramente te has dejado guiar por las opiniones
de los demás y no has priorizado tus propios anhelos. Y hasta es posible que ya
no recuerdes qué quieres y cuáles son tus preferencias, viviendo una vida sin
sentido claro, sin saber para qué y por qué te despiertas cada día.
Para que realmente puedas encontrar
el verdadero sentido a tu vida tendrás que cerrar los ojos y llevar tu atención
absoluta a tu corazón. Deja que tu corazón te hable y te diga qué es eso
maravilloso que necesitas regalarte.
Lo que te rodea puede conquistar tu
mente, pero no tiene el poder para conquistar tu corazón. Tu corazón se rige
por otras leyes, muy distintas a las ideas que tu mente puede albergar. Si
sigues a tu mente puedes extraviare, si sigues a tu corazón estarás siempre en
buenas manos. Tu mente es una colección de ideas impuestas desde a fuera, de
las costumbres, de las normas sociales, de los acuerdos de buenas costumbres o
de un análisis de lo que más te conviene de acuerdo a la mirada terrenal.
Tu corazón solo busca tu bien, te
habla suave y nunca te presiona. Te hace un llamado sutil que puedes atender o desestimar
porque ni siquiera te imaginas su real valor. Es más, has venido justamente a hacer eso que
te nace de dentro, esa es tu misión y ese el motivo por el cual podrás ser
feliz y sentirte realizado. Puedes desestimar este llamado por varias razones,
entre las cuales se encuentra tu bajo nivel de merecimiento, la duda de tus
capacidades y el miedo a lo nuevo.
Los mensajes de tu corazón son
mensajes de tu conexión divina que sabe lo que es bueno para ti. Ese llamado es
especialmente dirigido a ti y solo tú puedes escucharlo. Si alguien puede
ayudarte, es solo aquel que te hace ver lo que tu corazón está pidiendo y nunca
por implantarte ideas de lo que te conviene para evitar riesgos o malos ratos.
Tu corazón puede desear que te introduzcas en un fuerte torbellino, si a cambio
de eso logras llegar hacia tu bien. Tu valentía es necesaria al inicio del
proceso, mas tarde las nuevas circunstancias se van acomodando suavemente y el
éxito está asegurado si sigues la senda con la seguridad de que eso es para ti.
¿Realmente sabes lo que quieres?, ¿presientes
que algo está pendiente para sentirte mejor? Pues, búscalo y encuéntralo en tu
interior. Seguramente ya has escuchado el mensaje más de alguna vez, pero no
has querido prestar atención porque te parece muy difícil de lograr o te parece
una locura descabellada e imposible.
Imagina solo por unos segundos como
seria tu vida se te regalas esa posibilidad, es solo una posibilidad y por lo
general comienzas a bloquearla a penas aparecen sus primeros brotes, no dejas
que se incube, cortas su raíz en cuanto lo presientes, no dejas que el amor a
ti mismo lo riegue para que pueda crecer y fortalecerse en el tiempo.
¿Estás seguro de que quieres
solucionar algo, conquistar alguna meta, lograr lo que anhelas? ¿O simplemente
estas instalado en un anhelo que no tiene la fuerza para iniciar su partida? ¿Quieres
realmente hacer un cambio? ¿O estas esperando que el cambio se produzca fuera
de ti? Es posible que lleves mucho
tiempo buscando y buscando sin tener resultados, esperando que algo o alguien
te den lo que necesitas y no te has preguntado qué es lo que tú mismo te puedes
dar.
Puedes estar necesitando soltar
alguna situación, soltar alguna persona, crear una nueva realidad para ti. Sea
lo que sea que necesites, tienes el poder y la capacidad para realizarlo y tu
éxito está asegurado si te sintonizas con tu corazón.
Cuando sigues tus ideales te alineas
con la Fuente y ella te sostiene y te ayuda. Recién entonces comienzas a
visualizar las sincronizaciones y la magia puede llenar tu vida, encaminándote
hacia tu felicidad y bienestar. Tus ideales no son casualidad, están escritos,
son tuyos para que los consideres y los alimentes con el amor a ti mismo, sin
importar cuánto tiempo has perdido buscando en otra parte que no sea en tu interior.
Patricia González.
Tu Coach para realizar los cambios
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