martes, 26 de julio de 2011

LA ENVIDIA PUEDE AYUDARTE A SER MAS FELIZ


De acuerdo a las definiciones de la Real Academia Española, la  envidia es la tristeza o pesar del bien ajeno y la emulación, deseo de algo que no se posee.
La envidia  es un sentimiento muy común en nuestra vida, un sentimiento que puede provocar sensaciones muy desagradables y desafortunadas, especialmente cuando no la comprendemos y la dejamos habitar en nuestro interior sin saber de dónde viene, qué es lo que pretende y hacia dónde nos puede llevar.
El termino “sana envidia” es lo mas cercano a la comprensión de este sentimiento. Sin embargo, éste termino generalmente nos deja en una posición de aceptación pasiva de la envía descontrolada e incomprendida que sentimos en nuestro interior, de modo de seguir viviendo en paz y disculpados por haberla sentido como si se tratara de una peste de la cual no queremos llegar a ser victimas.
Corrientemente la envidia es considerada como un pecado capital porque genera otros pecados, otros vicios; donde el término "capital" se refiere a que da origen a muchos otros pecados y rompe con el amor al prójimo.
Podemos estar seguros de que si la envidia existe, es porque algo nos quiere decir para nuestro bien ( como todo sentimiento) y el mensaje que nos trae es de mucha importancia, tanto así, que no escucharla nos hace perder una gran oportunidad de ser mas felices.
La envidia tiene al menos tres etapas en su manifestación. Cuando se cumplen estas tres premisas, nos embarga una extraña sensación que muchas veces no reconocemos como envidia y a menudo no somos tan consientes de que la estamos sintiendo. Si prestas atención a esa extraña sensación te darás cuenta que  la puedes sentir varias veces en el día o fuertemente en algunas ocasiones.

1.- Reconocimiento de algo que otro tiene y que le falta a uno
Este es un hermoso sentimiento que nos indica que podemos ser más, hacer más y tener más, gracias a que lo vemos reflejado en el otro. El universo provee todo lo que necesitamos y evidentemente nuestros problemas comienzan cuando no aceptamos esta gran verdad que está tan poco difundida. El universo se está expandiendo y cada vez que nos damos cuenta de que podemos ser más, cumplimos con el objetivo de nuestra existencia, más y más y más por la eternidad.

2.- Sentimiento de que ese algo nos podría hacer sentir bien.
Tenemos pleno derecho, por ser hijos del amor, a ser, hacer y tener todo lo que sea necesario para nuestro bien y felicidad. El universo solo sabe necesitar humanos felices, una persona feliz da testimonio de que el amor  reina en su corazón y que desea ese bien a todo el mundo tal como él lo puede sentir. Una persona que sabe reconocer lo que le hace bien es una persona sabia y engendrará felicidad para ella y para todos los que le rodean.

3.- Sentimiento desagradable porque  no poseemos ese algo y que el otro es más feliz que nosotros porque  lo posee.
Esta tercera y última premisa puede ser absolutamente contraria a nuestra felicidad. Cualquier persona puede darse cuenta fácilmente de que conviene cambiarla por completo si ella persigue la felicidad interior que ya habita en ella y que se oculta bajo premisas como esta. De esta premisa nacen desordenes como los siguientes:
·         Uno se ve incapaz de alcanzar por si mismo lo que envidia. Como consecuencia, se viene abajo, queda paralizado frente al otro y solo puede recurrir a la lastima.
·         La ventaja de otros proviene de que han violado normas éticas o legales. Si indigna a mucha personas, puede destapar abusos sociales y llevar a denuncias.
·         La diferencia con el otro acentúa la percepción de la propia carencia. Sirve como válvula de salida a la propia frustración y puede desatar agresiones como “remedio”

El universo nos ha hecho creadores y podemos crear cuanto necesitemos. Nadie ha nacido impedido de poder lograr lo que anhela su corazón, aunque parezca imposible a simple vista. Cada cual ha nacido dotado para expresar sus dones innatos que son los que le darán toda la dicha que el creador ha deseado para cada uno y son el medio para alcanzar todo lo posible de obtener y aun mas de lo imaginado. Nadie puede no tener estas herramientas y las posibilidades de utilizaras para su máximo bienestar.
El que cree no tener esta capacidad está profundamente ciego, contradice una ley divina y por consecuencia no puede ser feliz.


Patricia


1 comentario:

  1. Una vez mas, muy buen articulo!
    En mi caso, siempre que siento envidia, siento temor por que se que no debo sentir envidia de nadie pues creo que eso bloquea mi bien. Busco enfocarme en sentir felicidad por lo que tiene le otra persona por que muy adentro algo me dice que yo tambien soy merecedora de todo lo bueno que este mundo ofrece. Aun asi, no niego que es algo en lo que tengo que 'trabajar' pra no caer en lo negativo...

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