domingo, 18 de diciembre de 2011

Entendiendo tu auto sabotaje


El diccionario de la lengua española define la palabra sabotaje como: “Oposición u obstrucción disimulada contra proyectos, ordenes, decisiones, ideas”. Si analizamos estas palabras comprenderemos que el propio sabotaje es ir contra de uno mismo. Esto sucede en forma inconsciente, claro está, en el fondo nadie quiere conscientemente contradecirse a si mismo.

¿Cómo es posible que seamos capaces de sabotearnos a nosotros mismos aun sin quererlo? Cuando comprendes que tienes dones especiales y divinos y que todo lo que necesitas para tu dicha en esta tierra ya lo tienes por derecho de nacimiento y sin embargo aun no logras concretar ciertas cosas que pueden estar doliendo demasiado, es evidente que estas realizando un sabotaje inconsciente contra tus propios intereses.

Para que puedas realizar este sabotaje inconsciente, necesariamente tienes que estar dividido, por un lado, una parte de de ti tiene claro lo que puedes ser, hacer y tener, pero otra parte de ti dice: no, eso es imposible, está difícil, eso es falso, eso es inalcanzable, yo no puedo hacer eso, nunca lo he hecho, jamás me ha resultado, y tantas expresiones mas.  Sin tener conciencia de esto, haces el juego una y mil veces. Tu división duele, duele más que cuando estabas más entero aun que estuvieras en medio de un desastre. Por eso en algunas ocasiones el crecimiento espiritual se hace tan doloroso en sus inicios, en este proceso las divisiones internas se intensifican en ambos polos, produciendo una lucha contra ti mismo que te desgasta enormemente.


Es increíble que podamos jugar este juego sin darnos cuenta. Intelectualmente, cualquier persona puede pensar que aceptar una verdad al interior nuestro es cosa de decir: “sí, eso resuena conmigo y lo acepto con todo mi ser ahora mismo”. Sin embargo, nuestros cuerpos  formados de un complejo energético muy sofisticado que contiene varias capas, unas mas consientes y otras más inconscientes, conforman un sistema bastante estable y difícil de remover con facilidad. Las capas mas inconscientes las fuimos formando poco a poco y se han ido fortaleciendo con el tiempo y con las experiencias que las han ido confirmando. Nuestras creencias mas profundas modelan nuestra vida y la vida que tenemos es fruto de esas mismas creencias, por lo tanto siempre vamos a confirmas nuestras propias ideas en la vida, aunque sean absolutamente equivocadas. Por ejemplo, si creemos que la gente es mala, siempre estaremos rodeados de personas que nos confirmarán esa misma creencia.

Lo que almacenamos en nuestra mente, fortalecido por las emociones, nos resulta más difícil de cambiar si ha pasado a esos niveles profundos de la inconsciencia. Un ejemplo claro de esta situación es cuando se ha interrumpido la energía eléctrica en nuestra casa y aun sabiendo en forma consciente que ésta ya no está circulando, seguimos actuando en forma automática enciendo artículos eléctricos y luego de hacerlo nos percatamos que habíamos olvidado el corte. Sabemos que existe la interrupción de energía y seguimos actuando como si estuviera todo normal por un lapso determinado de tiempo, hasta que nos acostumbramos nuevamente a la interrupción. Dependiendo del nivel de profundidad de esta actitud robótica, podemos sorprendernos con que hemos tratado de hacer funcionar varios equipos eléctricos mientras ha permanecido el corte de energía. Hacemos esto hasta que volvemos a asimilar las nuevas condiciones y luego de haber experimentado varios intentos fallidos de hacer funcionar los equipos.

Esto  nos parece increíble mientras lo estamos viviendo y muchas veces es motivo de diversión. Sin embargo, cuando se trata de lograr hacer cambios mentales en los terrenos de salud, abundancia y amor, las cosas se nos hacen muy poco graciosas. Generalmente entramos en pánico al ver que no nos resulta la implantación de las nuevas ideas, muchas veces nos desesperamos y nos juzgamos y criticamos duramente, diciéndonos cosas muy poco agradables. Perdemos la paciencia con nosotros mismos y eso no nos favorece.

Este ejemplo nos puede ayudar a advertir el grado de automatización y adormecimiento que adquirimos, no tan solo en términos de acciones, sino en términos de creencias. Este es el estado en el que normalmente nos desenvolvemos. Cuando avanzamos en los caminos del despertar, estos sucesos disminuyen drásticamente, nos hacemos conscientes de lo que pensamos, de lo que sentimos, de lo que estamos haciendo. Utilizamos el tiempo lineal para dar luz a nuestro interior y nos vamos haciendo más enteros. Dejamos de estar tan divididos, de tal manera que una parte de nosotros quiere exactamente lo contrario que la otra, y logramos unificar nuestras intenciones y energías  concentradas en un solo propósito, sin sabotearnos.

Si queremos dejar de sabotear nuestro intento por aceptar en nuestro ser la verdad que estamos comprendiendo, veremos que se nos facilitará mucho la labor si tenemos paciencia, confianza y amor a nosotros mismos. Si nos divertimos cada vez que nos descubrimos pensando, diciendo y haciendo, justamente lo que queremos cambiar, el proceso resultará mucho más sencillo y más rápido. Solamente se trata de practicar por el tiempo de acomodación de los nuevos paradigmas. La práctica es absolutamente necesaria mientras hacemos la transición desde nuestras antiguas creencias hasta instalarnos en la verdad que queremos.
 
Dejamos de amarnos cuando nos presionamos y sentimos que lo estamos haciendo mal. Esta falta de amor es aprendida desde que llegamos a este mundo, todos transmitimos una increíble falta de amor a sí mismos, tanto al interior de las familias como en los establecimientos escolares, donde es muy mal visto no hacer las cosas bien a la primera. Esta manera de juzgarnos va en contra de lo que vinimos a hacer aquí, vinimos a experimentar, a practicar nuestros dones y si nos vemos como inadecuados cuando no nos resulta a la primera, estamos haciéndonos un sabotaje también. ¿Por qué no lo podemos disfrutar? ¿Por qué no nos damos la oportunidad de repetir y repetir la acción hasta que funcione? ¿Por qué no nos apoyamos unos con otros hasta conseguirlo? ¿Por qué en los colegios se nos califica mal cuando estamos aprendiendo? Mientras aprendamos a reconocernos podríamos tener la máxima calificación, ¡la más grandiosa y maravillosa calificación!

Mientras más nos honremos, más armoniosa será la aceptación de las verdades espirituales que queremos asimilar. Es necesario practicar y practicar hasta que nos acostumbremos a las nuevas vibraciones, llegando a fijar lo nuevo en las profundas capas energéticas de nuestro ser, tal como lo hicimos con aquellas ideas que ahora no nos parecen adecuadas.  

Patricia González
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