No
puedo negar que esta es una de mis fechas favoritas porque me fascina
ver y sentir la gran abundancia que se manifiesta en cada persona, en cada
hogar, en cada negocio, en los hospitales, en las cárceles, en las calles y en
fin….en todas partes.
Y por supuesto que no me refiero
tanto a esa abundancia de regalos materiales, sino a esa abundancia de buenos deseos,
de buenas intenciones, de amistad, perdón, comprensión y tantas otras bendiciones
que compartimos con el corazón.
¿Te has puesto a pensar en cómo seria
nuestra vida si pudiéramos conservar este espíritu navideño durante todo el
resto del año?
Seguro que seria mucho mejor de lo
que es habitualmente. Con el término de todas estas
festividades, también llega
el término de tantas emociones que podrían permanecer en nosotros durante más
tiempo. Sin embargo, en lo personal creo mucho en el ser humano, creo en esa
bondad natural y en esos deseos de mejorar, aunque a veces se nos olvide que
podemos aspirar a que nuestra vida mantenga esta abundancia maravillosa de alta
vibración.
Creo que con el paso del tiempo nos
quedaremos en esta esfera de bienestar que nos conecta y nos hace más hermanos.
Estoy segura de que vamos avanzando, lo veo permanentemente en las personas que
me rodean, todas conservan en su interior ese maravilloso impulso de buscar una
vida más feliz y más abundante para ellos mismos, para sus familias y amigos.
En esta fecha salen a relucir
aquellas intenciones tan nobles que todos albergamos dentro y que por muchas
razones no expresamos de manera permanente. ¿Te has preguntado por qué no expresamos
estas cualidades con más frecuencia?
De la misma manera en que nos
contagiamos de esta energía tan amorosa en la época de navidad, nos dejamos influenciar
por aquellas interferencias que impiden expresar lo hermoso que llevamos dentro
durante el resto del año.
Nos podemos potenciar en comunidad
para ser aquello para lo cual hemos venido, el reconocimiento de todo lo
hermoso que vive dentro de nosotros y podemos dejar de limitarnos unos con
otros. Es mas habitual criticar,
analizar, examinar, enjuiciar, censurar, murmurar, opinar, reprochar, reprobar,
vituperar, maldecir, reprender y sentenciarse los unos con los otros, en vez de
admirar, animar, aprobar, empoderar, estimular, alabar, aplaudir, elogiar y
honrarnos para ayudarnos a mejorar y superar lo que aun falte por superar.
Demasiadas veces tenemos buenas
intenciones, pero no las expresamos de forma constructiva de tal manera que
sirvan para elevar. Muchas veces lo hacemos robando la energía de los demás y
consiguiendo el resultado contrario a
nuestra intención. Y ni siquiera nos damos cuenta de lo que estamos haciendo.
Esta fecha de navidad nos permite la
posibilidad de dejar el razonamiento y acercarnos mas a las expresiones del
corazón, por medio del cual podemos traspasar todas las barreras del entendimiento
que no son necesarias, para dar un gran salto sobre todas ellas y elevarnos en
una vibración que simplemente dice: “te deseo todo lo mejor”.
Que maravilloso será nuestro mundo
cuando nos quedemos allí. En esas palabras tan mágicas que sanan todo mal
entendido y que nos hacen abrir la puerta hacia nuevos mundos donde reinan la
dicha y la paz por sobre todo lo demás.
¿Qué tipo de abundancia estamos
esperando de la vida?
Feliz Navidad.
A veces la
vida te presenta situaciones difíciles de superar para ti, en las áreas de
salud, económica y/o relaciones. Sabes que estas situaciones las creas tú, pero
hasta la fecha no has podido comprender, como es que las estas creando, no
encuentras una salida y te gustaría que alguien pudiera ayudarte a ver como
salir de allí.
Patricia González.
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