En algunas ocasiones podemos entretenernos
en recuerdos de lo que pudo ser y no fue, de lo que pudimos hacer y no hicimos,
en lo que pudo suceder y no sucedió. Estos recuerdos no pueden ser borrados y
tampoco pueden ser revertidos, pero pueden darnos algo de mucho valor.
El valor que tienen las experiencias
pasadas, tanto las agradables como las desagradables, son verdaderos tesoros que
llegan a ti para señalarte el camino mas adecuado, para darte indicios y luces
para redirigirte. Pocas veces atesoramos aquellas pistas maravillosas que el
universo nos regala y que ayudan a tomar la decisión de corregir nuestra
brújula interior.