Todo ser humano tiene y es un
potencial en sí mismo, que ha venido a este mundo a experimentarlo. No podemos ser felices
cuando pretendemos sentir que somos menos de lo que realmente somos y la dicha
se manifiesta cuando aceptamos el desafío de crecer.
De la misma manera que la naturaleza
va cambiando desarrollándose permanentemente, nosotros estamos llamados a ser
parte de ese movimiento. Pero, por alguna razón, ofrecemos una gran resistencia
a esto. La mayoría de las personas solo desea estabilidad y seguridad, aunque
el precio de ella sea quedarse detenido en un lugar sin conseguir la dicha de