miércoles, 28 de diciembre de 2011

La navidad y nuestro sistema de energía


Puede ser la navidad la ocasión más especial que tenemos para sentir y actuar más de acuerdo con nuestro sistema energético natural.

El primer chacra, encargado de ayudarnos a proporcionar los bienes materiales adecuados y necesarios para disfrutar de la creación de nuestro medio físico 3D, se siente en plena acción. Potenciamos el sentido de abundancia y la apreciación de los bienes materiales que compartimos con nuestros seres queridos. Todos disfrutamos la alegría de abrir los canales del dar y recibir con la finalidad de aportar bienestar  y felicidad a los niños, la familia, los colegas de trabajo, amigos, vecinos y esperamos poder llegar con nuestro aporte a los pobres, enfermos y encarcelados. Nos sentimos con mayor potencia y encantados de disfrutar la realidad física. Se realza la voluntad de vivir y se contagia a las personas que están a nuestro lado con la alegría de la celebración. Se tiene una increíble claridad para utilizar el medio físico en la expresión de la espiritualidad.

El segundo  chacra, encargado de sentir las emociones, más que nunca se inunda de hermosos sentimientos  como resultado de las emociones agradables que nos proporcionamos por el hecho de compartir tantas buenas intensiones como: compañerismo, alegría, ilusión, felicidad, paz, armonía y compasión.  Nuestro cuerpo físico de siente más vital y más abierto a disfrutar de la energía sensual y sexual como un intercambio natural.

El tercer chacra, encargado de impulsarnos a la acción, se siente con el poder de actuar a favor de tantas acciones gestadas en nuestro interior, a veces postergadas por mucho tiempo. Nace del corazón la inquietud de buscar los regalos adecuados, visitar o llamar a los seres queridos que no están con nosotros, saludar a vecinos y hasta saludar a las personas que no conocemos, queriendo transmitir un mensaje de paz y unión. Nos aceptamos a nosotros mismos y a los demás en forma más libre, se afirma la autoestima. Ganamos en acción, poder,  vitalidad y conexión con los demás sin querer ostentar poder, control o dominio. Baja nuestro nivel de temor y se eleva el deseo de la fusión entre todos. Alineamos la voluntad física con la voluntad espiritual para lograr un equilibrio perfecto. Se siente más amor al propio cuerpo físico y un deseo de cuidarlo.

El cuarto chacra, quizás el más feliz de todos, vibra a la altura de la frecuencia del amor. Sentimos una gran necesidad de extender el amor a toda la humanidad, sin hacer ningún tipo de distinción entre razas, condición social, geográfica,  política, religiosa y otras. Deseamos que todos los seres humanos se unan en la paz mundial, con un sentido de hermandad que parece estar listo para hacer el milagro de la unión espiritual entre todos en ese mismo instante. Estamos más dispuestos a ver lo bueno de nuestras experiencias agradables y  desagradables para sacar provecho de ellas y eliminar lo que nos pareció negativo. Nos aceptamos tal cual como somos a nosotros mismos y a los demás. Amamos mas incondicionalmente, amamos la esencia de los demás. Anhelamos una profunda paz y ausencia de conflictos. Sentimos una mayor armonía con todo lo que nos rodea y agradecemos su existencia. Nos tornamos más flexibles, más tolerantes y más amables. Reconocemos nuestra trascendencia. En esta fecha vivimos y dejamos vivir apreciando la diversidad y sentimos más conexión con los animales y con todo lo que tiene vida. Damos amor sin esperar recompensa, sentimos plenitud en el corazón, sentimos más pasión por la vida y los sucesos se manifiestan en forma más fluida y con mayor sincronicidad.

El quinto chacra, que nos permite la comunicación, se libera en la entrega de miles de mensajes de paz y buena voluntad al mundo entero. Se eleva la verbalización de buenas intenciones y expresamos el amor en fuertes abrazos a todos los seres que están cerca de nosotros y hasta deseamos tocar a los que están más lejos. Dejamos de culpar a los demás por lo que nos puede faltar y nos centramos más en lo que nosotros podemos aportar porque nos reconocemos más valiosos y con un sentido más amplio del yo. Hacemos empatía  y resonancia con las personas a las que comunicamos nuestras ideas y utilizamos nuestra capacidad creadora para impactar nuestra realidad y la de todos. Por medio de la comunicación, nuestra voluntad nos permite materializar nuestros pensamientos, sentimientos y propósitos. Queremos dar lo mejor de nosotros.  En esta fecha expresamos profundos sentimientos y emociones que generalmente mantenemos sin expresar.  Confirmamos nuestra propia existencia y nos complacemos con el aporte individual al bienestar de todos.

El sexto chacra, encargado de ver más allá de las formas físicas con claro entendimiento, logra aclarar las intenciones y las acciones apropiadas para hacer que las ideas de un mundo mejor y más equitativo se materialicen en el mundo físico. No hay frustración, sentimos que todo es posible. Mejora importantemente la relación del mundo de las personas con el mundo en general, nos sentimos más en casa. Utilizamos la voluntad para desarrollar las ideas creativas en forma práctica, como cuando emprendemos algunas acciones de acercamiento a la sociedad como visitas a hogares de menores, ancianos, enfermos y otros. Se aclaran los objetivos personales y advertimos nuestra responsabilidad en su fiel cumplimiento. El intelecto se pone a disposición de los objetivos superiores y queremos celebrarlo con todos.

El séptimo chacra, que expresa el estado del ser, nos permite experimentar la trascendencia de la realidad física, la que es superada cuando nos permitimos sentir que somos más que un cuerpo físico y experimentamos una sensación de plenitud. Alcanzamos la integración de la personalidad total con la vida y los aspectos espirituales de la humanidad. Sentimos la conexión con la autorrealización, con la liberación y con la integración de todo nuestro  ser, físico, emocional, mental  y espiritual.

Esta fecha maravillosa de navidad realza los potenciales dormidos que albergamos en nuestro interior. En esta ocasión, cada cual en su propio nivel, disminuye las ideas limitantes para exaltar aquello maravilloso que somos y que no suele ser tan abiertamente expresado en la vida cotidiana. Se siente muy bien, se respira un ambiente de magia y belleza que nos ayuda a imaginar la atmosfera que tendrá el nuevo mundo que estamos creando.

Patricia González
Tu coach para realizar los cambios que deseas

Si deseas recibir nuevas publicaciones sobre temas espirituales, registra tu e-mail en la parte superior derecha del blog: http://espacioyovivo.blogspot.com

Visita nuestra página web www.yovivo.cl





domingo, 18 de diciembre de 2011

Entendiendo tu auto sabotaje


El diccionario de la lengua española define la palabra sabotaje como: “Oposición u obstrucción disimulada contra proyectos, ordenes, decisiones, ideas”. Si analizamos estas palabras comprenderemos que el propio sabotaje es ir contra de uno mismo. Esto sucede en forma inconsciente, claro está, en el fondo nadie quiere conscientemente contradecirse a si mismo.

¿Cómo es posible que seamos capaces de sabotearnos a nosotros mismos aun sin quererlo? Cuando comprendes que tienes dones especiales y divinos y que todo lo que necesitas para tu dicha en esta tierra ya lo tienes por derecho de nacimiento y sin embargo aun no logras concretar ciertas cosas que pueden estar doliendo demasiado, es evidente que estas realizando un sabotaje inconsciente contra tus propios intereses.

Para que puedas realizar este sabotaje inconsciente, necesariamente tienes que estar dividido, por un lado, una parte de de ti tiene claro lo que puedes ser, hacer y tener, pero otra parte de ti dice: no, eso es imposible, está difícil, eso es falso, eso es inalcanzable, yo no puedo hacer eso, nunca lo he hecho, jamás me ha resultado, y tantas expresiones mas.  Sin tener conciencia de esto, haces el juego una y mil veces. Tu división duele, duele más que cuando estabas más entero aun que estuvieras en medio de un desastre. Por eso en algunas ocasiones el crecimiento espiritual se hace tan doloroso en sus inicios, en este proceso las divisiones internas se intensifican en ambos polos, produciendo una lucha contra ti mismo que te desgasta enormemente.


Es increíble que podamos jugar este juego sin darnos cuenta. Intelectualmente, cualquier persona puede pensar que aceptar una verdad al interior nuestro es cosa de decir: “sí, eso resuena conmigo y lo acepto con todo mi ser ahora mismo”. Sin embargo, nuestros cuerpos  formados de un complejo energético muy sofisticado que contiene varias capas, unas mas consientes y otras más inconscientes, conforman un sistema bastante estable y difícil de remover con facilidad. Las capas mas inconscientes las fuimos formando poco a poco y se han ido fortaleciendo con el tiempo y con las experiencias que las han ido confirmando. Nuestras creencias mas profundas modelan nuestra vida y la vida que tenemos es fruto de esas mismas creencias, por lo tanto siempre vamos a confirmas nuestras propias ideas en la vida, aunque sean absolutamente equivocadas. Por ejemplo, si creemos que la gente es mala, siempre estaremos rodeados de personas que nos confirmarán esa misma creencia.

Lo que almacenamos en nuestra mente, fortalecido por las emociones, nos resulta más difícil de cambiar si ha pasado a esos niveles profundos de la inconsciencia. Un ejemplo claro de esta situación es cuando se ha interrumpido la energía eléctrica en nuestra casa y aun sabiendo en forma consciente que ésta ya no está circulando, seguimos actuando en forma automática enciendo artículos eléctricos y luego de hacerlo nos percatamos que habíamos olvidado el corte. Sabemos que existe la interrupción de energía y seguimos actuando como si estuviera todo normal por un lapso determinado de tiempo, hasta que nos acostumbramos nuevamente a la interrupción. Dependiendo del nivel de profundidad de esta actitud robótica, podemos sorprendernos con que hemos tratado de hacer funcionar varios equipos eléctricos mientras ha permanecido el corte de energía. Hacemos esto hasta que volvemos a asimilar las nuevas condiciones y luego de haber experimentado varios intentos fallidos de hacer funcionar los equipos.

Esto  nos parece increíble mientras lo estamos viviendo y muchas veces es motivo de diversión. Sin embargo, cuando se trata de lograr hacer cambios mentales en los terrenos de salud, abundancia y amor, las cosas se nos hacen muy poco graciosas. Generalmente entramos en pánico al ver que no nos resulta la implantación de las nuevas ideas, muchas veces nos desesperamos y nos juzgamos y criticamos duramente, diciéndonos cosas muy poco agradables. Perdemos la paciencia con nosotros mismos y eso no nos favorece.

Este ejemplo nos puede ayudar a advertir el grado de automatización y adormecimiento que adquirimos, no tan solo en términos de acciones, sino en términos de creencias. Este es el estado en el que normalmente nos desenvolvemos. Cuando avanzamos en los caminos del despertar, estos sucesos disminuyen drásticamente, nos hacemos conscientes de lo que pensamos, de lo que sentimos, de lo que estamos haciendo. Utilizamos el tiempo lineal para dar luz a nuestro interior y nos vamos haciendo más enteros. Dejamos de estar tan divididos, de tal manera que una parte de nosotros quiere exactamente lo contrario que la otra, y logramos unificar nuestras intenciones y energías  concentradas en un solo propósito, sin sabotearnos.

Si queremos dejar de sabotear nuestro intento por aceptar en nuestro ser la verdad que estamos comprendiendo, veremos que se nos facilitará mucho la labor si tenemos paciencia, confianza y amor a nosotros mismos. Si nos divertimos cada vez que nos descubrimos pensando, diciendo y haciendo, justamente lo que queremos cambiar, el proceso resultará mucho más sencillo y más rápido. Solamente se trata de practicar por el tiempo de acomodación de los nuevos paradigmas. La práctica es absolutamente necesaria mientras hacemos la transición desde nuestras antiguas creencias hasta instalarnos en la verdad que queremos.
 
Dejamos de amarnos cuando nos presionamos y sentimos que lo estamos haciendo mal. Esta falta de amor es aprendida desde que llegamos a este mundo, todos transmitimos una increíble falta de amor a sí mismos, tanto al interior de las familias como en los establecimientos escolares, donde es muy mal visto no hacer las cosas bien a la primera. Esta manera de juzgarnos va en contra de lo que vinimos a hacer aquí, vinimos a experimentar, a practicar nuestros dones y si nos vemos como inadecuados cuando no nos resulta a la primera, estamos haciéndonos un sabotaje también. ¿Por qué no lo podemos disfrutar? ¿Por qué no nos damos la oportunidad de repetir y repetir la acción hasta que funcione? ¿Por qué no nos apoyamos unos con otros hasta conseguirlo? ¿Por qué en los colegios se nos califica mal cuando estamos aprendiendo? Mientras aprendamos a reconocernos podríamos tener la máxima calificación, ¡la más grandiosa y maravillosa calificación!

Mientras más nos honremos, más armoniosa será la aceptación de las verdades espirituales que queremos asimilar. Es necesario practicar y practicar hasta que nos acostumbremos a las nuevas vibraciones, llegando a fijar lo nuevo en las profundas capas energéticas de nuestro ser, tal como lo hicimos con aquellas ideas que ahora no nos parecen adecuadas.  

Patricia González
Tu coach para realizar los cambios que deseas

Si deseas recibir nuevas publicaciones sobre temas espirituales, registra tu e-mail en la parte superior derecha del blog: http://espacioyovivo.blogspot.com

Visita nuestra página web www.yovivo.cl

sábado, 17 de diciembre de 2011

Como te habla tu ser superior



El ser superior es una parte de ti mismo que se encuentra en un nivel superior y más elevado de esta dimensión. Por ser una parte de ti, jamás puedes perderlo, pero puedes dejar de tener la comunicación y la comunión natural con esa parte superior tuya y sentir que no existe para ti.  La comunicación fluida con tu ser superior te dará grandes ventajas en tu vida, pues te ayudará a lograr objetivos muy específicos que son necesarios para tu bienestar y para el bienestar de todos. Para lograr esta comunicación conscientemente, es recomendable que te sientas muy relajado, equilibrado  y pleno. Es más difícil escuchar sus susurros cuando te sientes abrumado, nervioso, ansioso y con miedo, aunque a veces se logra contactarlo justamente a través del vacío que se produce cuando te entregas a una fuerte emoción que te quiebra.

Muchas veces pensamos que escuchar a nuestro ser superior solamente es un logro de las personas más evolucionadas. Sin embargo, el común de las personas lo hacemos permanentemente, pero no somos tan consientes de ello y no sabemos aprovechar sus maravillosos mensajes.  Su lenguaje de comunicación es a través de las sensaciones y de las intuiciones. Todos podemos recordar alguna situación en que algo de nosotros nos hizo hacer alguna acción repentina nacida de nuestro interior que nos ayudó en algún aspecto de la vida cotidiana, simplificando nuestros pasos para lograr un objetivo, sin darnos cuenta de dónde provino esa ayuda. ¿Quién no tiene alguna experiencia de este tipo?

Si analizas situaciones pasadas de tu vida, en la que hiciste algunas acciones basadas en un impulso mágico, puedes volver a recrear en forma consciente lo que se siente con su guía y los maravillosos frutos que obtuviste por hacerlo. Cada vez que prestas atención a estas situaciones y las avivas, estarás ensanchando la comunicación y facilitando la fluidez de su contacto.

 Al mismo tiempo puedes aprovechar de recordar aquellas situaciones en las que contradijiste tus anhelos y sentiste una intensa sensación de pesadez, desgano o resistencia, que generalmente te llevaron a obtener muy bajos o ningún beneficio de tu acción. Ninguna acción tuya es en vano, aunque los resultados hubieran sido dolorosos, siempre te aportan algo, pero tu ser superior está a tu lado para que no demores tanto en encontrar lo que buscas. A veces demoramos años en encontrar alguna solución a algún problema, con su ayuda puedes hacerlo mucho más rápidamente y en forma muy sencilla, ya que él se encargará de crear las sincronizaciones para que encuentres las personas adecuadas, las condiciones y las oportunidades.

El objetivo de su guía es ayudarte a llegar a cumplir tu misión de vida, haciéndote el camino lo más corto posible, ya que la humanidad espera tu éxito para beneficio de todos. A todo el universo le conviene que lo logres y a ti también. El cumplimiento de tus sueños te dará una dicha indescriptible y esa es la meta que tu ser superior quiere ayudarte a alcanzar. Por eso te ayudará a encontrar la persona que necesitabas para un trabajo, la relación perfecta para tu crecimiento, los colegas adecuados en tu trabajo, el trabajo adecuado para ti, el negocio perfecto, el vehículo adecuado, el lugar adecuado para vivir, tus ayudantes adecuados, la llamada telefónica perfecta, el libro que necesitabas, en fin, todo lo que te ayude a desarrollar tu ser y elevar tu conciencia.

Esa parte superior tuya es muy amplia y elevada, tiene la facultad de observarte desde arriba y te ve buscando tus logros a ciegas, como en un juego de niños con los ojos vendados. No es extraño que su imagen te llegue mientras él disfruta de todo lo que te sucede. Generalmente tu ser superior se deleita al ver todas las vueltas que das para conseguir algo y aunque está siempre sonriendo, siempre está amorosamente queriéndote decir el camino más corto para que llegues a ese lugar en donde todo está aclarado, resuelto y magnifico.  Él solo desea verte llegar y verte dar un suspiro de alivio maravilloso. Él quiere que sientas tu estima muy alta, que sientas paz interior, que sientas tu poder personal, tu respeto propio, que te sientas mas vivo y que te sientas estupendo en todos los sentidos. Nosotros también deseamos eso, pero a veces estamos confundidos por todo lo  que nos rodea y se nos dificulta lograrlo.

A veces podemos confundir sus mensajes con los juegos de nuestra mente, pero hay algo especial que viene junto con el mensaje y es una sensación de ligereza, bienestar y alegría  que reconoces especial, siendo esa su mayor característica. Su guía siempre será portadora de fuerza, vitalidad, entusiasmo, alegría por actuar, disfrute en la acción y logros fácilmente alcanzables porque te llevará por el flujo natural de energía. Cuando sientes que tienes que hacer algo por obligación, lo más probable es que estés contradiciendo los consejos tu ser superior, ya que él solo desea tu bienestar y tu felicidad y no te aconsejará actuar basado en el deber o la obligación. Cuando sientes alguna angustia o sensación desagradable, es el momento de sentarse y escuchar una nueva alternativa que te parezca más feliz.

Algunas personas pueden visualizarlo claramente, pero si estás entusiasmado en hacer un contacto fluido y consciente con él, no es tan imprescindible tener estas imágenes de él. Lo más importante es sentir su presencia dentro de ti, su compañía, la certeza de su contacto y esa sensación de experimentar algo distinto a lo que nuestros sentidos corrientemente nos otorgan. Con el tiempo lograras visualizar, no hay urgencia en ello. Aprender a reconocer esa presencia no es tan difícil si prestas atención a tus sentimientos: ¿son alegres, te entusiasman o son pesados y desagradables?

Tu ser superior puede ayudarte a aclarar tu vida futura, pero su actuar lo puedes vivenciar en lo cotidiano, en lo que andas haciendo en este momento, en lo que te resuelve la situación que estás experimentando y necesitando en el ahora para ahorrar esfuerzo, tiempo y energías, tanto para actuar como para no actuar. Son los pasos más adecuados para ti, con todo lo que eres en este momento y perfectamente posible de dar de una manera cómoda y sin ninguna complicación. Esos pasos del momento se van sumando y en poco tiempo puedes llegar al logro de una meta espiritual que te parecía imposible de alcanzar.

Cuando practiques escuchar mas conscientemente a tu ser superior, te vas a hacer muchas preguntas a ti mismo. Querrás saber si lo que sientes es lo que te  está dictando él o son ideas de tu mente. Pídele que te muestre los pequeños pasos que te llevaran a la respuesta final, escucha los pequeños datitos que te da, quizás un paseo, un baño, una siesta o un rato a solas. Si te acostumbras a regalonearte verás que cada vez será mayor la paz interior que te facilitará la certeza de su contacto. En etas instancias descubrirás con mucha facilidad lo que es necesario para ti y lo que no lo es. Poco a poco te acostumbrarás a guiarte por lo que te hace feliz y ese es el único camino a tu éxito en la vida sabiamente guiado por esa parte superior de ti.

Patricia González
Tu coach para realizar los cambios que deseas

Si deseas recibir nuevas publicaciones sobre temas espirituales, registra tu e-mail en la parte superior derecha del blog: http://espacioyovivo.blogspot.com

Visita nuestra página web www.yovivo.cl

domingo, 4 de diciembre de 2011

Que no se me olvide quien soy




Hemos venido voluntariamente a este mundo a soñar un sin fin de experiencias, algunas agradables y otras no tanto. El tipo de situaciones que vivimos está directamente relacionada con el grado de olvido de lo que somos, mientras más olvidamos lo que somos, más complicadas y dolorosas nos parecerán nuestras experiencias.

Afortunadamente y por cumplimiento del plan divino, la humanidad está recobrando la memoria en forma masiva. El camino ha sido largo y difícil, pero ya se advierte claramente que estamos dispuestos a crearnos una vida centrada en el amor universal, de vuelta a lo que es nuestra real naturaleza. Aun tenemos camino por delante, aun estamos en pleno recorrido, aun nos queda mucho por recordar, estamos en los atisbos de la realidad, pero estamos avanzando y eso es lo más importante ahora.

Aunque a veces estemos rodeados de tantos inconvenientes o estemos en medio de una situación muy complicada, podemos recordar de dónde venimos, hacia donde vamos y quienes somos. Por creación divina hemos recibido dones maravillosos y aunque no los recordemos, los llevamos dentro de nosotros porque no se pueden perder, tienen un carácter eterno. Podemos resistirnos a ver lo que se nos ha dado, podemos seguir vagando cansados, extraviados, derrotados, desesperanzados, sufrientes y a veces tan confundidos en la miseria y la pobreza, llevando consigo el más grande tesoro jamás creado.

Si por un segundo recordáramos lo que somos, quien nos creo y lo que se nos ha dado, todo se volvería dicha en un solo instante, reconoceríamos nuestra inmensa libertad de inmediato. Somos una creación con poderes ilimitados, creamos el mundo que vemos en un holograma de luz, podemos hacer milagros, podemos sanarnos a nosotros mismos, somos hijos del amor, divinos y eternos.

No ha sido Dios quien nos ha hecho olvidar lo que somos, nosotros hemos elegido olvidarlo. Dios nos ama aunque queramos olvidar absolutamente todo lo que nos ha regalado. Podemos creer que somos impotentes, pero no lo somos. Somos los creadores de nuestro mundo y hemos querido jugar este juego que puede terminar cuando queramos volver a recordar quienes somos.

Tu olvido hace que los que te rodean también lo olviden. Tus hijos, tu familia, amigos y toda la sociedad se afectan si aceptas el olvido. Hoy puedes pedir que tu mente sea aclarada y alivianada de las falsas ideas sobre ti mismo. Si lo haces, te sentirás empoderado, dichoso y brillarás con toda tu luz. Todos los que te rodean lo verán en ti y la sociedad completa podrá cambiar. Todos podemos aportar, si uno acepta recordar, los demás lo harán también. ¡Es tan importante!

Podemos agradecer la oportunidad de recordar aunque aun no veamos cómo es la realidad en todo su esplendor y reconocer la posibilidad ahora mismo si queremos. El universo entero está esperando que lo hagamos. El universo no tiene interés en que sigamos vagando y sufriendo. El universo espera que podamos recordar lo más pronto posible, para conectarnos con nuestra divinidad. Ya no es digno de nosotros sentir la separación con nuestros hermanos y sentirnos solos estando conectados con la fuente y siendo parte de la fuente.

Mírate, eres maravilloso, puedes crear todo lo que quieras, puedes elegir seguir siendo una víctima miserable mientras tus poderes van caminando dentro de ti y junto a ti. Puedes aceptar y reconocer que tienes los dones que Dios te ha dado. Si sufres, solo es por tu elección, solo tú decides crucificarte a ti mismo, Dios no quiere eso para ti, solo lo has deseado tu. Eres libre, aunque creas que estas prisionero, porque no quieres reconocer quien eres y quien es tu padre. Dios no te ha negado los regalos que te dio, tú has querido olvidarlos.

Solo tus propios pensamientos te pueden hacer daño, puedes creer cualquier cosa y desconocer lo que eres. Has creado una falsa imagen de ti, has sufrido pensando que no tenias otra posibilidad, no has recordado que el sufrimiento no te fue regalado por Dios. En realidad ni siquiera tienes nada especial que hacer, ya todo está hecho, solo te queda reconocer que todo ha estado perfecto siempre. Puedes decidir no hacerte más daño a ti mismo.

Todos tus sufrimientos acumulados forman tu pasado, pero esos sufrimientos no te corresponden y los puedes detener ahora mismo. Puedes dejar de crearte más dolor y entender que si creíste sufrir solo fue porque lo aceptaste de esa manera y solo porque no entendías el juego.

Hoy podemos recobrar la serenidad, la dicha y el amor. Nunca hemos hecho nada malo, todo era parte del juego. Podemos crearnos un futuro distinto del pasado. Dios es amor y todo lo que ha creado es amor, el resto son inventos mentales nuestros.

El libro Un Curso de Milagros dice: “La dicha y la paz no son sueños vanos. Tienes derecho a ellos por razón de lo que eres. Te llegan procedentes de Dios, quien no puede dejar de darte lo que Él dispone”.

Patricia González
Tu coach para realizar los cambios que deseas

Si deseas recibir nuevas publicaciones sobre temas espirituales, registra tu e-mail en la parte superior derecha del blog: http://espacioyovivo.blogspot.com

Visita nuestra página web www.yovivo.cl


sábado, 19 de noviembre de 2011

Cuando estas a favor de la solución





Cuando estamos experimentando alguna situación que nos desagrada o que nos causa sufrimiento, sentimos una gran necesidad de expulsarla de nuestra vida.

En estas situaciones, por lo general, mantenemos un diálogo interior que oscila entre la rabia, la angustia, la desesperación, la vergüenza, la impotencia, el miedo y el deseo de que todo eso desaparezca para siempre de nuestra vista, porque no queresmo verlo. El universo que se encuentra a nuestra entera disposición y que nos da lo que nosotros le pedimos, nos ofrece justamente este resultado, dejamos de ver claro. Nuestra pérdida de visión no solo disminuye la visualización de las alternativas existentes, sino que además, afectamos la calidad de nuestra visión óptica debido a la resistencia a ver o experimentar alguna situación  desagradable, como lo estudió el médico oftalmólogo Williams Horatio.  ¡Así de poderoso somos!

Cuando nos avocamos a resistir alguna situación cerramos las posibilidades de salida y nos rodeamos de otra infinidad de inconvenientes. Podemos generarnos varios tipos de malestares, como dolores de cabeza, dolores de cuerpo, mal dormir, estado nervioso alterado y tantos otros que ya sabemos, porque todos en mayor o menor grado, hemos pasado por esta situación en algún momento de nuestra vida.

La cosecha de malestares nos está señalando que este camino puede ser no recomendado cuando de cambiar alguna situación se trata, por no decir que es el menos indicado. Desear que la situación desaparezca, en realidad es un camino estéril, inútil, agotador y dañino. Cualquier pensamiento, sentimiento y emoción que nos genere malestar no nos lleva muy lejos. Te invito a observar la situación desagradable de otra manera y mira lo que sucede.

Por ejemplo, si estas en medio de la escasez, puedes dejar de mirar por un pequeño momento tus cuentas, deudas y compromisos pendientes, para darte un espacio para ti. Puedes sentarte cómodamente en una silla para acompañarte, para comprenderte, para hacerte un cariño, para abrazarte en medio de la escasez, para perdonarte por llevarte allí y para desearte salir de eso con todo tu corazón. Comprobarás que te llenas de paz, porque comprenderás que no está sucediendo nada terrible y te sentirás mas tranquilo, porque has dejado de estar en contra de tu escasez y has enfocado tu mirada hacia la abundancia. Al estar a favor de la abundancia comenzarás a visualizar las salidas. Puedes demorar un tiempo en aclararte, pero sin duda lo lograrás.

Si estás en medio de cualquier situación desagradable o dolorosa, puedes darte el espacio para dejar de enfocarte en la oscuridad de tu problema, activa la claridad y observa las nuevas posibilidades que son tantas y tan variadas.

Es importante aceptarte tal como estas ahora, amarte así, en esa condición, comprendiendo que nada malo está sucediendo contigo, comprendiendo que solo estás experimentando una nueva experiencia que quizás nunca viviste antes o que quizás ya has vivido muchas veces, pero que puedes abandonar ahora si así lo decides. Es tan importante que te abraces con ternura, así como abrazarías a un hijo que llega a casa con alguna pena profunda.

Si estás enfermo, aunque sea gravemente, abrázate enfermo, reposa tu cuerpo, acepta tu enfermedad, descansa y comienza a respirar la salud, absorbe la salud, invoca la salud, llénate de salud. Lleva luz, oxigeno y vida al órgano de tu cuerpo que está enfermo y sentirás alivio. Si te mantienes allí por un tiempo, pronto te sentirás mucho mejor y dispondrás al universo para que te ayude a encontrar la terapia, las medicinas y todos los medios más adecuados y disponibles para ayudarte. Deja de estar dolido y en contra de tu enfermedad sintiéndote una víctima impotente y deja de alimentarla sintiendo lastima de ti.

Si no sabes cómo resolver cualquier situación complicada de trabajo, de relaciones o de lo que sea, deja de estar en contra de eso. Acepta que lo estás viviendo tal cual está ahora mismo para ablandar alguna parte de ti. Acepta que puedes reponerte y celebra la llegada de un nuevo entendimiento, de un nuevo enfoque. Comienza a respirar la claridad para resolver, la inteligencia, la fortaleza, la nueva visión y las nuevas posibilidades.

No conviene estar en contra de nada. No conviene hacer campañas en contra de lo que queremos cambiar, pero sí conviene hacer campañas a favor de la solucion. No conviene estar en contra de la guerra o la violencia, pero sí conviene estar a favor de la paz. No conviene estar en contra de la situación que tú mismo has creado, pero sí conviene reconocerla para sanarla. No conviene recrear el mismo problema una y mil veces, pero sí conviene visualizar las salidas. No conviene mirar lo que nos desagrada, pero sí conviene descubrir lo que nos agrada.

A veces nos tratamos tan duramente, que lejos de ayudarnos, nos hacemos mucho daño. Cada vez que nos reclamamos algo, que nos avergonzamos por estar donde estamos, que nos sentimos culpables o indefensos, estamos alimentando la misma situación. Si dejamos que la luz entre al problema este se puede resolver rápidamente.

OSHO describe esto tan bellamente con las siguientes palabras; “La oscuridad es la ausencia de luz. Tu no haces nada directamente con la oscuridad ¿no es así? No puedes empujarla hacia afuera. No hay manera posible de hacer algún arreglo para que desaparezca la oscuridad. Tienes que hacer algo con la luz. Puedes seguir luchando con esa oscuridad toda tu vida y no tendrás éxito, pero tan solo una vela pequeña es suficiente para disiparla”.

Comprendo que puedes tener esta información clara a nivel intelectual, pero tendrás que dar un paso más para resolverlo, porque luego tu mente comenzará a jugar su papel protagónico de negarse a la nueva mirada. Puedes hablar con tu mente, decirle que la comprendes, pero que estás dispuesto a intentar una nueva manera de resolver la situación. Tampoco es necesario estar en contra de ella, tu mente puede pensar lo que quiera, solo es un manojo de ideas almacenadas con el tiempo. Tú puedes intentarlo aunque a ella no le parezca adecuado.

Patricia González
Tu coach para realizar los cambios que deseas

Si deseas recibir nuevas publicaciones sobre temas espirituales, registra tu e-mail en la parte superior derecha del blog: http://espacioyovivo.blogspot.com

Visita nuestra página web www.yovivo.cl

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Y si dejamos de sufrir



Hemos vivido muchas de nuestras experiencias sufriendo, a veces, sufriendo mucho, demasiado.

El que no ha estudiado en la educación formal sufre por ello y anhela que sus hijos puedan hacerlo para evitarles la inmensa cantidad de inconvenientes que ellos han tenido en su vida a causa de esa condición. Los que están estudiando a veces sufren porque sus padres están haciendo un gran esfuerzo y desean salir muy pronto para poder ser titulados y cumplir con sus expectativas.  Los que ya se han titulado pueden sufrir porque no encuentran trabajo o porque han tenido que trabajar en algo que no se relaciona con lo que estudiaron. Los que ya están trabajando pueden sufrir por que sus salarios no son suficientes o sufren por el trato que reciben de sus colegas  o jefes. Los que no tienen trabajo sufren porque no lo tienen y los que trabajan sufren porque quisieran tener un  premio y no volver nunca más a sus lugares de trabajo. Algunos sufren porque ya no quieren su trabajo dependiente y quisieran encontrar una actividad independiente y mejor remunerada.

Los que están solos sufren porque no encuentran pareja. Los que tienen pareja sufren porque no es lo que querían. Los que estando casados y quieren separase sufren porque no se atreven. Los que perdieron su pareja sufren por quedarse solos. Los que no tienen hijos sufren por no poder tenerlos. Los que tienen hijos sufren porque no pueden darle todo lo que quisieran o porque tienen problemas con sus conductas. Los que les dan todo a los hijos sufren porque ellos no la han agradecido. Los que son abandonados por sus hijos sufren por su desprecio. Los que no han tenido a su padre sufren por haber crecido solos y desamparados. Los que han tenido padres abusivos sufren por el daño causado.

Los que son pobres sufren por no tener más. Algunos ricos sufren por no tener amor. Algunos que tienen amor sufren porque no tienen dinero.  Algunos que tienen mucho dinero lo darían todo a cambio de la felicidad. Algunos pobres creerían ser felices si fueran ricos. Algunos pobres son felices en su pobreza porque los ricos son malos. Algunos pobres sufren su pobreza creyendo que no pueden optar por cambiar su condición.

Los enfermos sufren por sus dolencias. Algunos que están completamente sanos sufren de vicios para olvidar sus pasados dolorosos. Los que son impedidos sufren por serlo. Algunos estando completamente sanos sufren porque creen estar impedidos. Algunos estando completamente libres creen ser esclavos de ciertas circunstancias.  Algunos estando completamente sanos sufren porque creen estar enfermos.

¡Que locura¡

Si estamos disponibles para sufrir y seguir sufriendo, tenemos todos estos ejemplos y mucho más.  Pero ¿qué razón tenemos para ello? Ninguna.

Hemos estado tan acostumbrados a sufrir, que hemos confundido el sufrimiento con una virtud. Nos parece que mientras más sufrimos mas apoyo recibiremos y nos sentimos mas unidos en el dolor que en ninguna otra circunstancia. Hemos aceptado sufrir por miles de razones que no merecemos.

Por eones de tiempo hemos vivido todo esto y aun mucho más, miles de situaciones que ahora nos parecen inimaginables. Cada cual ha tenido lo suyo y cada cual ha salido adelante como ha podido. Hemos vivido en el escenario de la tragedia y hemos participado en muchas y variadas películas. El caso es que ninguna de esas películas es la verdad. La verdad se encuentra por sobre todo esto.

En estos hermosos tiempos podemos elevar la mirada, elevar nuestra conciencia y comprender que todo el juego puede terminar al comprender que nuestras historias de sufrimiento no corresponden a lo que somos.
Si tomas tu película y utilizas un filtro que no deje pasar el miedo, el sufrimiento y el drama, puedes ver lo te queda. Te quedas con una situación neutra, con todas las posibilidades en la mano, con la alternativa de elegir un nuevo desenlace solo por la dicha de experimentar.

El que no estudió antes puede hacerlo ahora. Los hijos tienen más acceso a los estudios formales   porque lo hemos ido consiguiendo entre todos y podemos avanzar mucho mas elevando la calidad de la educación. Puedes crearte el trabajo que nececitas, si amas lo que haces serás inmensamente dichoso y muy bien recompensado, nunca te faltará. Si comprendes que nadie te puede hacer sufrir porque eres invulnerable, jamás tendrás problemas con nadie y serás grandemente estimado por los demás y te buscarán para que trabajes con ellos. El  amor de pareja puede triunfar si existe la voluntad y si no fuera posible, tendrás la dicha de volver a intentarlo nuevamente con más decisión aun. Si no tiene hijos los puedes tener si lo deseas. Si tienes hijos y los amas y honras, jamás tendrás problemas con ellos y crecerán en armonía. Si has tenido vivencias doloras de infancia las puedes olvidar y crearte una nueva vida ahora. Los enfermos no son indefensos, ellos pueden sanarse a si mismos, solo hace falta amarse mucho.

El universo nos da tantas posibilidades para crear, para manifestar y encontrar los recursos que necesitamos, que sufrir por no encontrarlos está demás. Mejor es invocarlos para verlos.

Ya es hora de entender que no es necesario seguir creando mas desgracias. Podemos dar un punto final, podemos todos unidos en una mente colectiva tener una  nueva conciencia que limpie todo nuestro pasado y hacer una nueva vida.

Todos anhelamos volver a casa y no podremos entrar allí cargados de dolor y sufrimiento. Todos los que han llegado allí, han tenido que abandonarlos en algún momento.  No es posible que las puertas del cielo se abran para los que aun están cargados y cansados, eso no existe allí.

Patricia Gonzalez.
Tu Coach para realizar los cambios que deseas:  patricia@yovivo.cl

Si deseas recibir nuevas publicaciones sobre temas espirituales, registra tu E-mail en la parte superior derecha del Blog:  http://espacioyovivo.blogspot.cl

viernes, 4 de noviembre de 2011

Si necesitas un cambio



Muchas veces hemos reconocido la necesidad de hacer un cambio en nuestra vida. Hay algunas situaciones de cambio que podemos abordarlas con cierta soltura, llevándolas a cabo sin problemas y casi sin darnos cuenta, como cuando advertimos que es necesario cambiar un par de zapatos. Sin embargo, hay otras ocasiones en que el anhelo por el cambio se mantiene a la espera, muchas veces, una larga espera que nos ahoga por dentro. Este anhelo postergado nos angustia porque no nos sentimos preparados para dar el salto a lo nuevo y entonces, el inmenso deseo del cambio se transforma en un largo y doloroso parto.

Cuando dilatamos un cambio, podemos reconocer que justamente no nos sentimos capaces para hacerlo. Esto no significa que no estemos habilitados para hacerlo. Siempre estamos habilitados, aunque nos cueste creerlo. Estamos capacitados para hacer cosas que parecen imposibles. Seguramente por eso nos emocionamos tanto cuando vemos alguna persona que ha conseguido algún logro que a simple vista parecía tan difícil de alcanzar y en ese momento nos llenamos de una profunda inspiración, que generalmente solo nos dura unos minutos, quizás un par de horas, para luego quedarnos empantanados allí mismo donde estábamos anteriormente.

Mientras estamos inspirados parece que todo fuera tan fácil, sencillo y natural y lo es. Lo único que sucede es que estamos habituados a una cierta zona de comodidad que nos acoge y nos recibe de vuelta, aunque esa no sea la condición más adecuada y feliz para nosotros. Volvemos allí porque la conocemos, nos manejamos con ella, sabemos como es y sabemos como movernos dentro de sus condiciones. En cambio, la inspiración nos lleva a terreno desconocido, donde jamás hemos estado, donde no sabemos nada de nada, donde existe la posibilidad incierta de ser mas felices. Ser mas felices, en un lugar nuevo y desconocido parece imposible. Es más fácil quedarse detenidos y dejar de correr riesgos.

Tenemos muchos recuerdos de aquellas oportunidades en que hicimos cambios y las cosas no resultaron tan bien. Tenernos recuerdos de habernos introducido en caminos que luego nos dieron miedo o que no nos gustaron porque las cosas no funcionaron. De acuerdo a estas experiencias parece mejor evitar los cambios muy bruscos o desconocidos. Por esta razón, los padres tratan de evitar que sus hijos tomen decisiones tan rápidamente. Lo común es que mientras más edad tengamos, más miedo se siente frente a los cambio.

El miedo a los cambios tiene raíces muy fuertes basadas en experiencias de niñez y también en experiencias de vidas pasadas. Miles de veces las cosas no funcionaron tan bien y miles de veces obtuvimos lo que llamamos malos resultados y miles de veces también alguien se encargó de decirnos que lo que hicimos no estuvo bien. Sin embargo, el deseo del cambio sigue dentro y sigue quemando. 

Cuando ahogamos el deseo de cambio nos ahogamos a nosotros mismos, sin ninguna excepción, morimos un poco. De un momento a otro vemos que la vida se nos ha ido y que no hemos tomado acción por el cambio y que hemos perdido mucho tiempo. Esto lo experimentamos como un  corto circuito dentro de nosotros.

Si quedarnos detenidos nos hace morir y si el cambio nos da miedo, ¿qué crees que es mejor?  La evolución es solo cambio, la existencia no es otra cosa que cambio. Tú puedes cambiar, aun sabiendo que el cambio puede no tener los resultados que deseas. El miedo que se siente es mejor que escoger morir un poco.  Al aceptar el cambio, aceptas la vida y mientras mas cambios mas vida tendrás. Somos creadores y no existe el mal cambio, solo existe la experiencia. El cambio puede llevarnos a una situación no deseada, pero ese no es problema de la naturaleza, ese es otro tema, que deja  en evidencia que aun no dominas el arte de manejar tu varita mágica.

Hemos venido aquí para practicar nuestra creatividad y tal como practicamos para aprender a andar en bicicleta, podemos practicar con nuestra varita mágica hasta comprender el juego. No llegaremos al cielo hasta que aprendamos el arte y no aprenderemos el arte tratando de escondernos del miedo a fallar. En este caso fallar es una experiencia  maravillosa que te acerca al momento en que domines tu mente. Mientras mas fallos, mas te acercas al éxito. Esta es una técnica bien comprendida por los emprendedores que celebran cada fallo y los provocan a propósito lo mas rápido posible para asegurarse la llegada al éxito lo mas pronto posible.

¿Te imaginas dejando este cuerpo físico dándote cuenta de que te has perdido la oportunidad de practicar? Te aseguro que querrás volver de inmediato, porque sabes que puedes hacerlo, sabes que viniste a eso, sabes que no existe otra posibilidad de elevar tu nivel de conciencia, porque sabes que de eso se trata la vida.
Sabes que tu anhelo de cambio es una verdad y sabes que lo estas posponiendo por miedo. Sabes que algún día su contenido explotará  a menos que voluntariamente  prefieras morir un poco para evitarlo y será la única manera de impedirlo. Por eso somos tantos los que vivimos tan faltos de vida y tan llenos de angustia. Porque la mayoría prefiere quedarse escondido en su lugar conocido. Pocos son los que se atreven y esos rebosan de vida, aunque las cosas no resulten a la primera, generalmente lo intentan nuevamente y hasta que lo logran. Cuando conocemos sus experiencias nos emocionamos.

El cambio y solo el cambio te llevará a lugares nuevos y el universo siempre te apoyará. El universo ama los cambios y mientras mas rápidos mejor, mas te apoyará. Mientras mas posponemos el cambio mas difícil se hará su realización, mas nubes habrán en nuestras cabezas, mas trabajo nos llevará despejar todo lo acumulado y mas energía se necesitará.

Todos los inconvenientes están en tu mente, en tus recuerdos, en lo que dice la sociedad, en tus experiencias y en el juicio de lo que llamas bueno o malo. Todos los inconvenientes son una cárcel de humo que puedes soplar para nunca mas te detengan. Si necesitas un cambio, respira profundo y toma energía, llena los pulmones de aire y tírate al vacio, el vacio te sostendrá. Te sentirás renovado y te sentirás capas de volver a saltar cuantas veces sea necesario. Nunca morirás, porque eres eterno.

Patricia Gonzalez.
Tu Coach para realizar los cambios que deseas:  patricia@yovivo.cl

Si deseas recibir nuevas publicaciones, registra tu E-mail en la parte superior derecha del Blog:  http://espacioyovivo.blogspot.cl




lunes, 24 de octubre de 2011

Los regalos que te das


La mayoría de las personas comprenden que tienen derecho a sentirse bien y a recibir lo que  les hace bien en algunas ocasiones. Hay una minoría que ni siquiera lo ha pensado alguna vez y vive sin darse cuenta del derecho que tiene a mejorar sus circunstancias. Otra minoría se está atendiendo siempre y permanentemente, porque sabe que solo lo que se tiene dentro es lo que se puede dar.

No es habitual la sabia decisión de cuidarse a uno mismo, de aportarse lo que se necesita, de llenarse por dentro hasta estar satisfecho con uno mismo, de colmarse de paz y comprensión a uno mismo, de perdonarse, de sentir que se rebosa en amor propio para entregarlo a todo y a todos. No es habitual amarse a si mismo.

Cuando nos disponemos en algún momento a pensar y sentir que deseamos nuestro bien, generalmente pensamos en regalonearnos con ciertas atenciones como un baño de tina, comprarnos alguna cosa, un viaje, un buen vehiculo, finas ropas, una casa bonita, una familia feliz, entre otras tantas más.

Todos estos deseos son legítimos, están perfectos y su satisfacción nos pertenece por derecho divino. Los inconvenientes comienzan cuando no hemos podido dar satisfacción a estos anhelos o cuando después de tenerlos todos, aun seguimos sintiéndonos vacíos, tristes y solos. Muchas veces nos decimos: “me lo merezco” y sin embargo, en ocasiones el destino parece estar en la más absoluta y más rotunda oposición y pareciera empeñarse en contradecir todo lo que consideramos nuestro bien. Nos quedamos dando vueltas y vueltas, tratando de lograr o de resolver situaciones que no progresan o lo hacen muy lentamente. Muchas veces, demasiadas, se nos olvida donde está la fuente de todo el bien que buscamos.

Nuestra mente, que todo lo encajona en la programación, concluye que hay influencias externas responsables de todo, como la economía, el gobierno, el trabajo, la rutina, el cansancio, una enfermedad, la pareja, los hijos, el jefe, la mamá y/o la suegra. La mente llega a la conclusión de que existe un “algo” que se está oponiendo a que recibamos nuestro bien. Muy pocas veces llegamos mas profundo que eso y nos quedamos atrapados en el deseo de arrancar o sacar de nuestra vida lo que está impidiendo nuestro logro. Luego iniciamos una nueva búsqueda.

Con los ojos puestos en el exterior es poco probable encontrar las soluciones, porque el holograma que creamos en nuestra vida se proyecta desde nuestro interior al exterior. La realidad que se nos presenta allá afuera, no existe más que en nuestro interior. Esta toma de conciencia es un paso enorme en la evolución de la conciencia. Comprender que lo que nos rodea ha sido creado por completo solo por nosotros y nada que por nosotros mismos, es una inmensa y potente muestra de nuestra evolución. Es un paso gigantesco, quizás uno de los mas difíciles de lograr. Es comenzar el viaje de abandonar las formas físicas y adentrarse en el mundo invisible que comienza a hablarte y a sorprenderte con toda su inmensidad.

Pelear con las formas o esperar que ellas respondan y se modifiquen porque se lo pedimos, será motivo de risa para nuestros descendientes.

Si quieres recibir tu bienestar, tus bines preciados, las condiciones ideales, entonces deja de mirar a fuera. Borra de tu mente toda posibilidad de encontrar en lo físico alguna solución. Elimina la necesidad de modificar lo físico para tu bien espiritual. Mira el holograma que estas creando y cámbialo todo allí. Inmediatamente lo físico se modificará para tu bien.

Deja de considerar a la economía, el gobierno, el trabajo, la rutina, el cansancio, una enfermedad, la pareja, los hijos, el jefe, la mamá y/o la suegra. Eres tú el que hace el holograma y eres tú quien lo diseña  siempre. No existe nada ni nadie que pueda impedir tu propia y particular creación.

Centra tu vista espiritual en tu interior y mira lo que está faltando allí para que puedas hacer las modificaciones. Te aseguro que trabajar en el holograma en vez que en las formas, es el mejor negocio que jamás podrás hacer, lo tendrás todo, serás dueño de todo.

Si deseas tu bien, anda y mira lo que te falta. ¿Te falta seguridad interior?, regálatela. Mira que más te falta ¿Confianza para alcanzar un objetivo?, ve y regálatela. ¿Te falta elevar tu autoestima?, súbela. ¿Te falta ser más valiente?, regálate la valentía. ¿Te falta ser más comunicativo, más sociable, más asertivo, más inteligente, más innovador, más creativo, más especialista, más exitoso, mas pacifico,  mas despierto, más claro o más vital, mas amoroso, mas amable?, regálatelo. Puedes buscar ayuda, alguien que te de impulso, busca un curso, una lectura, una terapia, una conversación, pero busca para encontrar tus regalos. Regálate todo, todo y todo lo que crees que estas necesitando. Todo lo que crees que te falta lo puedes tomar ahora mismo para ti.

Eso es amor a si mismo, eso es desear tu bien, eso es amarte con amor verdadero y la verdad es que solo estarás recordando lo que eres.

Dios ha sido el creador de todos estos bienes. Te los ha regalado desde antes que nacieras. Son gratis y están a tu disposición para cuando los quieras tomar. Esas son las maravillosas creaciones de Dios. Dios no ha creado las cosas físicas, esos son inventos de nosotros y las creamos en la tercera dimensión donde perecerán tarde o temprano. Las creaciones de Dios son eternas, se encuentran en otras dimensiones, pero también las encontramos aquí.

Nos cuesta tomar estos regalos., porque nos vemos en la necesidad de elevarnos para alcanzarlos. Si no nos proponemos tomarlos, nunca los recibiremos, aunque ellos anden danzando a nuestro lado y a veces les demos un punta pie para que dejen nuestro camino libre de estorbo.

Todo el bien  material que necesitas, te llegará por añadidura, como efecto de tu nuevo holograma.

Patricia Gonzalez.
Tu Coach para realizar los cambios que deseas:  patricia@yovivo.cl

Si deseas recibir nuevas publicaciones, registra tu E-mail en la parte superior derecha del Blog:  http://espacioyovivo.blogspot.cl

jueves, 20 de octubre de 2011

Cuando tu mente te detiene



Tu mente ha guardado mucha información, su especialidad es guardar información. La información que guardas es la que realmente crea a tu mente. Sin embargo, parece que ella fuera una parte de nosotros que no podemos controlar. En estricto rigor, solo existe el hábito de dar vueltas en los pensamientos preestablecidos y esa actividad conforma a tu mente.

La maraña de información guardada es la que te hace tomar las decisiones y te permite interpretar las experiencias que tendrás a largo de toda tu vida. Aun estamos siendo dependientes del tipo de información que hemos almacenado. La gran mayoría de las personas aun no puede decirle libremente a su mente, que borre lo que no sirve y que acepte  lo que le ayuda.  Aun somos presa de nuestra mente, aun se nos hace difícil hablar con ella, llegar a un consenso con ella, aun nos dejamos dominar por sus caprichos casi por completo.

Cuando tomamos conciencia de las capacidades de la mente, nos damos cuenta de que ella es  una maravillosa herramienta que podemos utilizar a nuestro favor en la vida cotidiana. Nos ayuda a programar las actividades del día a día, las cosas practicas, pero no le corresponde adueñarse de ningún bando o bandera. Podemos influir y modificar absolutamente todos nuestros pensamientos, pero quizás lo más importante es saber que su funcionamiento puede estar al servicio de nuestro espíritu. Ella está a nuestra disposición para ayudarnos, aunque de momento la hemos dejado sola  y sin guía, fuera de control como caballo desbocado y hemos permitido que divague por donde quiera, haciendo de las suyas a diestra y siniestra.

A ella le corresponde un papel menos protagonista. Nuestro SER no necesita el almacenamiento de ideas preconcebidas, nuestros SER es libre de toda programación.  Nuestro SER solo experimenta sin juicio ninguno. Él no hace distinción de las experiencias, le da lo mismo ganarse un premio que perder alguna cosa, simplemente experimenta y aprender lo que siente en cada una de las experiencias. Cuando no se instalan calificativos a las experiencias, no quedan los recuerdos de dolor, simplemente se vive el momento y se disfruta de todo. Si prestas atención, recordarás que en tu niñez vivías bajo este concepto. Veías a los adultos quejarse de alguna situación que para el niño era libre de calificativo, una experiencia tan sencilla, tan fácil de vivir, solo una más en la libertad de las probabilidades.

Con el paso de los años, aprendemos a clasificar los hechos como buenos y malos y esa clasificación nos pasa la cuenta tarde o temprano. No aprendemos a vivir la experiencia libremente. El juicio guardado  de lo que clasificamos como malo deja una huella que nos encasilla con la intensión de querer evitar vivir la misma experiencia en el futuro. Comenzamos a actuar en forma preventiva, para evitar aquellas experiencias y decidimos manipular la realidad hasta distorsionarla totalmente. Mientras más juicios guardemos, más distorsionada se nos presenta la realidad.

Es así, como un niño que ha vivido abuso de infancia creerá que su realidad sigue presentándole gente que abusa de él en su vida adulta, sin ser verdad. Puede haber gente que quiera abusar, pero no es “toda la gente”. Puede además comprender, con amor, que si alguien quiere abusar de él, tiene alternativas para reaccionar. La más lógica es saber que el que quiere usar la fuerza contra  otro, está desesperado, lleno de dolor y está en busca de aprobación y de amor. Si el adulto sigue la misma pauta de abuso sin limpiarla, las personas que se relacionarán con él, harán sintonía con su vibración característica y se inspiraran a seguir generando abuso a través suyo. El mismo dolor seguirá presente en la vida del adulto, hasta que éste decida que no le corresponde más.

Entender que esa programación no nos corresponde puede convertirse en la tarea de toda la vida. Es posible que vivamos esa experiencia de forma muy profunda antes de decidir que no nos corresponde y al aceptar el cambio, aportamos a la evolución de la conciencia de la humanidad.

Todos tenemos programación que cambiar, unos mas dramáticas que otros, pero todos tenemos algo que mejorar. El universo espera nuestro aporte personal, espera que todos lo hagamos y es paciente, jamás nos obligará. Reconocer que esa programación mental puede ser cambiada es el primer paso, luego el universo ayudará.

El libro Un Curso de Milagros dice como proceder para hacer los cambios mentales: detecta los pensamientos  que no te corresponden, decide y desea que sean cambiados uno a uno y el Espíritu Santo  lo hará por ti, cambiando tus ideas dementes por la verdad.

Nuestra tarea consiste en detectar lo que queremos cambiar y luego querer modificarlo. ¡Que fácil! y ¡Que difícil!

Eres libre, pide lo que quieras. Pide por ejemplo dejar de ver la vida difícil, que las personas se aprovechan de ti, que tienes que sacrificarte, que tienes que aguantar cualquier cosa, que tienes que vivir en la pobreza, que no tienes oportunidades, que todos están en tu contra, que hay gente mala por todos lados, que no tienes las capacidades, que no puedes lograrlo, que tu madre te hizo daño, que tu padre te abandonó y tantas y tantas otras ideas que tienes en tu mente atiborrada de locura. Estos pensamientos forman una nube espesa que no deja pasar la luz de la verdad. Cada una de estas ideas te detiene, si lo cambias, tu vida cambiará drásticamente. Te sentirás mucho mas aliviado y feliz, podrás quitar el velo que te cubre, habrá quedado el pasado atrás, habrás superado a tu mente y su entretención de querer llevarte siempre por el mismo camino terminará.

Cada una de las experiencias te ha dejado un aprendizaje, muy doloroso quizás, pero no te ha dejado imposibilitado de cambiar. Somos invulnerables. Solo nosotros nos imposibilitamos. Permitimos que la mente nos mantenga siempre en lo mismo. Permitimos que siga urdiendo nuestro destino pintado del mismo color de las experiencias vividas.

Muchas veces queremos que alguien nos ayude a sacarnos esos pensamientos y podemos recibir una guía, pero nadie puede hacer el cambio por nosotros a menos que deseemos tomar esa posibilidad. El amado padre, nos ha dejado ese regalo, podemos abandonar todo sentimiento de experiencias traumáticas, comprender que ya pasaron, que ahora se puede vivir de una nueva manera, que ya es la hora de aportar con nuestro granito de arena a la inmensa corriente de bienestar que nos espera a todos sin distinción.

Si tu mente te está deteniendo puedes comenzar a aclarar las ideas, deja la mente en el lugar que le corresponde. Nos acercamos rápidamente  a los tiempos del SER.

Por eso OSHO habló tanto de dejar la mente a un lado, para tener el espacio para el SER.

Patricia Gonzalez.
Tu Coach para realizar los cambios que deseas:  patricia@yovivo.cl

Si deseas recibir nuevas publicaciones, registra tu E-mail en la parte superior derecha del Blog:

lunes, 10 de octubre de 2011

Cuando parece que Dios no nos escucha.



Muchas veces elevamos nuestra mirada al cielo para pedir al Dios todo poderoso  que nos ayude, que intervenga o que cambie una situación en particular. Muchas veces también nos hemos quedado en una larga espera al ver que nada ha sucedido y que pese a nuestras oraciones las cosas siguen igual y a veces peor.

Se nos ha dicho: “si pedimos, se nos dará”, “al que llame, se la abrirá”, “el que busca, encontrará” y entonces nos preguntamos  ¿qué ha sucedido con mi ruego, con mi solicitud, con mi urgente solución?, ¿por qué no se nos ha atendido?

Cuando parece que Dios no nos ha escuchado, cuando parece que Dios está tan ocupado con otras cosas más urgentes, cuando parece que a él no le importa lo que nos ocurre,  cuando parece que a él no le importa nuestro bien, cuando parece que nos ha tirado una trampa para ver como salimos de allí, cuando parece que se ha ido de su oficina y ya no es hora de atención, entonces, podemos meditar en algunas cosas importantes.

Si sabemos que Dios es solo amor, que él sabe lo que necesitamos desde antes que se lo pidamos, si él está dispuesto a ayudarnos en todo y si desea nuestro bien y nuestra felicidad, ¿por qué entonces no ha pasado nada con nuestra petición?

Es muy lógico llegar a las siguientes preguntas: ¿es él el que está fallando? ¿O soy yo el que no está entendiendo mucho?  La respuesta es evidente y contundente. Dios no puede estar fallando. Es tan claro, algo está sucediendo con nosotros y con nuestra petición.

Muchas veces pedimos lo que luego rechazamos.  Cuando hemos pedido  encontrar un trabajo,  y ha pasado mucho tiempo sin encontrarlo, podemos revisar qué es lo que podemos estar haciendo para  no aceptar que llegue.  El universo entero está dispuesto a darte el trabajo que necesitas. Dios quiere que tengas todo lo material necesario para que puedas tener la oportunidad de dedicarte a la  expansión de tu conciencia. Sin embargo, tú no debes estar tan de acuerdo, porque cuando nuestra voluntad se une a la del Padre, las cosas fluyen y se materializan casi al instante, superando cualquier inconveniente que a los ojos de una persona común puede resultar ser un milagro. ¿Qué haces entonces para rechazar ese trabajo que has solicitado?. Es muy probable que en tu interior mas profundo no te sientas merecedor de tener un trabajo  y además bien pagado. Es posible que te sientas inferior a otra personas, menos capas, inseguro de que lo harás bien, miedoso a los nuevos retos, temeroso de las personas que estarán contigo o cualquier otra razón que exista en forma inconsciente dentro de ti. Las oportunidades de encontrar un trabajo abundan, también las oportunidades de crear  y prosperar en un emprendimiento personal. Sin embargo tus creencias limitantes a cerca de ti mismo no se alinean con lo que realmente eres y entonces rechazas la posibilidad de recibir la manifestación de tu solitud.

Cuando una persona busca un trabajo tranquilo, seguro, feliz y confiado, sabiendo que ese trabajo es un regalo divino y sabiendo que el Padre lo acompaña y está de acuerdo  en que le corresponde por derecho divino, es muy probable que lo encuentre rápidamente. Cuando una persona busca un trabajo lleno de dudas, angustia y miedo, es posible que demore mucho más y existen más probabilidades de que sea mal pagado.

Lo mismo ocurre cuando pedimos sanarnos de una enfermedad. La enfermedad es producto de alguna idea limitante desde nosotros mismos hacia nosotros mismos, una idea que no corresponde a lo que somos. Pedimos a Dios sanar nuestra enfermedad, y sin embargo, no estamos dispuestos a cambiar la pobre y limitante opinión que tenemos de nosotros mismos y nos negamos a reconocer que tenemos toda responsabilidad para mejorar la percepción que tenemos de nosotros mismos.  La diabetes se origina cuando nos hemos dejado invadir por una inmensa tristeza, una tristeza que no nos corresponde, porque la o las situaciones que nos hicieron sufrir no tienen el poder de hacernos sufrir. Las experiencias dolorosas de nuestra vida pueden ser superadas con comprensión, entendimiento y sabiduría.  Si renunciamos al poder de salir ilesos de situaciones complicadas, nos vamos a enfermar. Dios no ha dispuesto que suframos por ninguna situación o persona, él dice que podemos soltar todo sufrimiento, si  hacemos eso, la diabetes desaparecerá por arte de magia, llenándonos de la felicidad que nos pertenece y sanando nuestra enfermedad. En esas circunstancias,  nuestra petición en concebida.

Algunas veces pedimos lo que no es posible.  Muchas veces pedimos que algún ser querido no se vaya de nuestra vida, ya sea por una enfermedad o por que se aleja geográficamente, sin considerar que su partida ya está decidida y que es lo mejor que puede sucederle a esa persona y a la humanidad.   Nuestra grandeza estará en aceptar que eso suceda sin apego y respetando el libre albedrio de quien está partiendo.  Lo mismo ocurrirá cuando nos toque partir a nosotros, los demás podrán desear que nos quedemos, pero eso no va a poder ser posible porque ya ha llegado la hora del viaje inevitable.  Es posible pedir que la persona  cambie de opinión, que se dé un tiempo más, pedir un aplazamiento de la partida para resolver alguna cosa pendiente o para tener la oportunidad de entregar algo valioso, pero no podemos impedir la partida,  si ya esta determinada por la persona que se va.

El padre Dios nos da todo, todo, todo y está dispuesto a darnos mucho más de lo que pedimos. Somos nosotros los que rechazamos sus regalos mas preciados porque tenemos ideas extrañas a cerca de nosotros mismos, ideas que no concuerdan con lo que realmente somos, ideas que nos limitan y no nos dejan brillar con nuestra  propia luz.

Cuando nos parezca que Dios no nos escucha, pongamos atención a lo que estamos tratando de no recibir, no es Dios el que está fallando, somos nosotros los que estamos rechazando nuestra solicitud.

Patricia.
Tu Coach, para lograr los cambios que desees.

Si deseas recibir nuevas publicaciones, registra tu E-mail en la parte superior derecha del Blog.